Para conseguir una chistosísima escena de películas para niños, puede funcionar que una avecilla choque contra un vidrio. Sin embargo, esta situación cuando ocurre en la realidad, se trasforma en una tragedia.
Nueva York es una escala importante para las aves que toman la ruta migratoria del Atlántico, que lamentablemente deja un saldo de 90.000 muertes al año, al chocar mientras vuelan con las construcciones de vidrio de la “Gran Manzana”.
A menudo, chocan con el nivel inferior de las fachadas de vidrio luego de buscar comida en los parques cercanos. Algunos ornitólogos y conservacionistas dicen que dichos accidentes son la segunda causa principal de muerte de aves migratorias, siendo la primera la pérdida de hábitat.
Algunos fabricantes están explorando el uso de diseños de cristal ultravioleta que den señales visibles para las aves. Películas opacas o translúcidas, calcomanías, patrones de puntos, sombras, pantallas de malla, son las principales opciones disponibles. Pero han sido difíciles de vender en el mundo de alto diseño.
La tendencia arquitectónica “transparente” parece no poder serlo tanto, pues genera un baño de sangre. Si bien no se puede prohibir las ventanas, es necesario que se tome consciencia respecto al daño que puede causar a los pajaritos, que incluso chocan, y mueren, en espacios urbanos tan conocidos como el Museo Metropolitano de Arte, el World Financial Center o el Time Warner Center, porque tienen paredes de vidrio junto a zonas verdes o la vegetación.
Fuente: A City of Glass Towers, and a Hazard for Migratory Birds The New York Times
Via: Veo Verde
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