16 sept 2011

Situación desesperante en el Parque Nacional Lanin


En una recorrida realizada ayer, técnicos del PNL contabilizaron más de setenta animales muertos en solo dos propiedades de la zona de Villarino. Para los profesionales se están produciendo más muertes de las esperadas. En algunos parajes hay quince centímetros de arena acumulada y temen que la situación empeore a medida que pasen los meses. 

Más allá de la unión histórica de los pobladores criollos y mapuches, de lo que se muestre por medio de las gacetillas oficiales y de las buenas intenciones de los funcionarios provinciales y locales, la situación en el campo es extrema. Al punto de que día a día decenas de animales mueren debido a la gran cantidad de cenizas que ya tienen acumulada en su organismo.

Ayer, un grupo de técnicos del Parque Nacional Lanín realizó una recorrida por la zona de Villarino. Según cuentan, el escenario es dantesco. Animales muertos por todos lados. Otros que pronto morirán. En el medio los pobladores, desesperados, viendo que prácticamente ya perdieron la mitad de su hacienda. Y el panorama, lejos de mejorar, cada día empeora más y más.

Iris Urrutia, pobladora de la zona, es quizás, junto a sus vecinos Betanzo, Paichil y Pafian, una de las más perjudicadas. “A nosotros se nos han muerto entre 25 y 30 vacas. Solo cinco eran vacas grandes. El resto eran terneros y vaquillonas. Muchas de ellas estaban preñadas y murieron porque no pueden tener las crías de la gran cantidad de ceniza que tienen en la panza. Cuando están en el suelo, indefensas, las aves de rapiña comienzan a comérselas. En ese momento no queda otra que carnearlas para que no sigan sufriendo. La situación es desesperante”, comenta la mujer angustiada.

Iris, al igual que sus vecinos, vive del campo. En el verano vende quesos y pan en el camping del lago Falkner. “No sé qué vamos a hacer. Mi hija y mi yerno fallecieron por lo que nosotros, con mi marido, tenemos a  la nena a cargo. Todo esto es muy complicado”, cuenta. Además agrega que en su campo ya hay acumulados entre diez y quince centímetros de arena. “Por más que en este momento llegue ayuda, ya no sirve de nada. Ya es tarde”.

Igualmente, y más allá del desastre Iris sigue siendo optimista. “Siempre que llovió paró. Le pondremos un montón de esfuerzo y de corazón. Tenemos que seguir adelante como sea”, concluye.

Por otra parte, María Rosa Contreras, ingeniera agrónoma del departamento de Conservación y Manejo del Parque Nacional Lanín, nos comentó sobre la recorrida que el equipo técnico del Parque hizo ayer a la zona de Villarino. “Los pobladores vinieron a decirnos que había una gran cantidad de animales muertos. Pero nosotros no pensamos que la situación era tan complicada”, dijo Contreras. Y agregó, “Junto a un veterinario certificamos 25 muertes, solo en el campo de Urrutia. También había muchos animales muy débiles que no sabemos cuánto tiempo más van a durar”.

Asimismo, la profesional destaca que uno de los grandes problemas a los que se enfrentan hoy es que muchos animales están pariendo sus crías. Lo que genera el debilitamiento y la mortandad de las madres y por ende de las propias crías.

Contreras es tajante. “Hay una mortalidad muy alta de animales, la cual no estaba prevista”.

También agregó que la única opción para paliar esta situación es continuar entregando fardos para que los animales coman y eliminen la mayor cantidad de cenizas por medio de las fibras del pasto. “Se está acumulando mucha ceniza en el organismo de los animales. Lo que se ve cuando se hace la necropsia es que la ceniza está muy acumulada en los pre-estómagos de las vacas. Esto produce heridas mecánicas. Se desprende la mucosa y eso hace que no funcione con normalidad el aparto digestivo no pudiendo eliminar la ceniza”, explicó.

También comentó que dentro de la recorrida efectuada ayer, visitaron la propiedad de Betanzo, vecino del paraje. Allí la situación era más grave que en lo de Urrutia ya que hasta el momento habían muerto más de 40 animales. “También recorrimos la zona de Payla Menuko. Si bien allí la situación no es tan grave como en Villarino, también se certificaron algunas muertes”, dijo la técnica del Parque.

Muestra de esta grave situación queda en evidencia en muchos animales de estos parajes que ya fueron vendidos hace tiempo y traídos a zonas no tan afectadas por el material volcánico como puede ser La Vega. Al tiempo, estos animales mueren producto de la ceniza acumulada.  








Fuente: La Voz de Los Andes.com

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