Investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste trabajan en la identificación de grupos de plantas epífitas, esto es, aquellas que crecen sobre otras plantas. En particular, se encuentran estudiando las que crecen sobre los palmares de Butia Yatay de Argentina.
Las epífitas son plantas que crecen sobre otro vegetal usándolo sólo como soporte, sin parasitarlo, y pueden ocupar las horquetas de los árboles o la base foliar de una palmera que le sirve como hábitat, tal como lo sería el suelo.
Esta relación “interespecífica” se puede observar en los palmares, lo cual motivó un estudio dentro del Instituto de Botánica del Nordeste, perteneciente al CONICET y a la Universidad Nacional del Nordeste, para analizar las plantas epífitas en palmares de áreas protegidas y no protegidas de Argentina.
“Las plantas epífitas son muy particulares, son un área de estudio poco desarrollada en el país. En particular, ciertas especies de palmeras constituyen ambientes en los que se puede observar una alta diversidad de plantas hospedadas, y buscamos obtener datos relevantes de esa relación” explicó la licenciada en Ciencias Biológicas Sandra Martín, integrante del proyecto de investigación.
Indicó que en una primera instancia se está trabajando con epífitas en palmares de Butia yatay, una de las especies más conocidas del país. También está previsto hacerlo con la palma blanca o caranday (Copernicia alba), y más adelante con otras especies de árboles.
En el marco del proyecto se hicieron y se continuarán haciendo relevamiento de palmares en áreas protegidas y no protegidas de Corrientes, Chaco, Santa Fe, Formosa, Entre Ríos y Misiones.
En cada muestreo, se registran, identifican, fotografían y clasifican todas las especies según su tipo de epifitismo y dispersión. Se analizaron hasta el momento 70 especies, distribuidas en 63 géneros y 31 familias.
Se registró, en cada relevamiento, características de las palmeras y de las plantas hospedadas, así como las características del ambiente en que se encuentran.
De acuerdo a lo observado, se comprueba que la palmera Butia yatay sostiene un número considerable de epífitas de diferentes formas biológicas y su riqueza está relacionada con la edad de la palmera, la presencia de bases foliares, el grado de protección que brinda, entre otras variables que aún están siendo estudiadas.
“Las palmeras constituyen un ambiente propicio por la acumulación de tierra, de polvo, agua y materia orgánica que hay en sus bases foliares” resaltó la licenciada, y explicó que se hicieron estudios del sustrato y la materia orgánica contenida en las bases foliares y se comprobó que en ocasiones las palmeras tenían mayores valores de nutrientes que el suelo del lugar.
A la vez, es muy amplia y diversa la existencia de plantas epífitas, tanto en ambientes tropicales como en áreas subtropicales o templadas, aunque hay una marcada disminución en estas últimas.
En los relevamientos realizados, se encontraron las distintas clases de epífitas: las “holoepífitas” que pasan todo su ciclo de vida sobre otra árbol o planta; las “hemiepífitas” que viven un tiempo sobre la planta y luego por la emisión de sus raíces pasan a vivir en el suelo o viceversa; las “epífitas facultativas” que pueden vivir sobre la planta o en el suelo; y las “epífitas accidentales” que no es habitual que vivan en las plantas.
Un gran número de las epífitas observadas son accidentales, lo cual demuestra en parte la calidad de la materia orgánica y de nutrientes de las bases de las palmeras, que permite que la semilla de una planta que ocasionalmente llega a la palmera pueda desarrollarse, crecer y hasta florecer.
Poseen distintos tipos de dispersión: el 35 por ciento de las epífitas pertenecen al tipo anemócora que dispersan sus semillas o frutos con el viento, y el 32 por ciento al tipo endozoócora en la que la semilla es transportada por los animales.
Sandra Martín señaló que la investigación de las plantas epífitas en ocasiones sirve como indicador de la cualidades ambientales de una formación vegetal o de un ecosistema.
“Los resultados obtenidos hasta el momento constituyen un avance científico en el conocimiento de estas plantas, y en especial en la relación que constituyen con los palmares como ambiente propicios para cu crecimiento” señaló la investigadora, y agregó que aún resta proseguir con buena parte de la investigación.
La licenciada Sandra Martín lleva a cabo su proyecto de investigación bajo la dirección de la doctora Elsa Cabral, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas, Naturales y Agrimensura de la UNNE, y del Instituto de Botánica del Nordeste. Además cuenta con la co-dirección del doctor Jorge Waetcher, del Instituto de Biociencias de la Universidad Federal de Río Grande Do Sul, Brasil.
Colaboran en la investigación estudiantes avanzados becados por la UNNE, quienes participan de los relevamientos de campo en los distintos lugares geográficos de muestreos.
Fuente: Revista CyT / UNNE
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