Cuando pensamos en “vivir más verde”, ¿en qué pensamos? Quizá en la naturaleza y los recursos naturales que tiene nuestro país… Sin embargo, no hace falta ir tan lejos de nuestro hogar para comprender que “vivir más verde” empieza en casa. Un lugar clave, en el que consumimos un buen porcentaje de energía y agua, es la cocina. A continuación, 10 recomendaciones para reducir nuestra huella sobre el planeta.
La mayoría de nuestro tiempo lo pasamos en casa. Y es precisamente aquí en donde podemos tener el mayor impacto para reducir nuestra huella sobre el planeta. Un lugar clave en nuestros hogares es la cocina, sitio en el que consumimos un buen porcentaje de energía y agua. De hecho, aquí puede llegar a consumirse hasta 35% de la energía eléctrica y 20% de agua del hogar.
Debido a que una heladera está conectada las 24 horas del día los 365 días del año, la refrigeración de alimentos consume mucha energía. Para disminuir su consumo, lo ideal es tener un refrigerador dimensionado al tamaño de la familia, ni más grande ni más pequeño. Es importante también evitar el almacenamiento de alimentos durante semanas o meses en el refrigerador, los cuales eventualmente desechamos.
Un dato interesante es que una familia de 4 personas puede llegar a producir hasta una tonelada de basura al año, la mayoría de la cual se origina en la cocina. Si tenemos lavaplatos usamos energía para operarla, pero también para calentar el agua usada en el proceso de lavado.
Las estufas y hornos consumen altas cantidades de energía, ya sean eléctricos o a gas. Otros electrodomésticos de uso en la cocina también suman a este consumo: tostador, microondas, cafetera, licuadora, batidora, etc. Y sin duda, el consumo de agua por la canilla de la pileta también es significativo.
Además de reducir nuestro consumo de energía y agua en la cocina, existen otras estrategias menos evidentes a través de las cuales podemos ser más ecológicos en nuestras cocinas. Una de ellas es comprar artículos locales en lugar de importados.
Por ejemplo, la producción de un litro de leche de una empresa nacional consume menos recursos y produce menos emisiones que la producción e importación de esa misma cantidad de leche desde otro país. Lo mismo aplica a las frutas y verduras que consumimos.
Ir al mercado local dos veces al mes podría ser una excelente estrategia, no sólo para ser más ecológico, sino para ahorrarse dinero y comer sanamente.
A continuación, 10 recomendaciones para “vivir más verde” desde nuestras cocinas:
- Separar los desechos no orgánicos de los orgánicos, para así reciclar los primeros y preparar compost a partir de la basura orgánica.
- Instalar un “aireador” o reductor de caudal en el grifo de la pileta.
- Desconectar los electrodomésticos que no están en uso frecuente para evitar consumos vampiro.
- Abrir la heladera lo menos posible; ser más eficientes en meter y sacar los alimentos.
- Chequear los empaques y mantener la temperatura del congelador en su nivel más bajo.
- Lavar los platos con agua fría o tibia, no caliente. No abrir el grifo a toda su capacidad.
- No dejar el agua corriendo por el grifo mientras se lavan los platos y utensilios de cocina.
- Consumir más frutas y verduras que productos procesados.
- Tener un filtro de agua en lugar de comprar agua por bidón o botellas.
- Usar servilletas de papel reciclado.
- No consumir bolsas plásticas en el supermercado; en su lugar, pueden usarse bolsas reutilizables o bolsos
de supermercado.
- Instalar bombillas compactas fluorescentes (de bajo consumo).
- Usar productos biodegradables, entre ellos jabones y limpiadores.
Estas no son más que recomendaciones… pero si adoptás al menos una de ellas, podrás disminuir el consumo de energía y agua en tu cocina. Si logramos adoptar la mayoría (¡qué mejor que todas las recomendaciones!), estaremos contribuyendo significativamente a la conservación del medio ambiente y viviremos una Vida Verde.
Buen buen post, te felicto, me encanta tu blog.Te sigo....
ResponderEliminarsaludos!