Los módulos CIGS de película delgada (Thin Film) no están hechos a base de células de silicio convencionales, sino que se basan en micro estructuras CIGS (Cobre Indio Galio Selenio) incrustadas en soportes flexibles y ligeros que nos permiten multitud de usos: ventanas, teléfonos móviles, ordenadores portátiles, coches, etc… Por su parte, las películas orgánicas fotovoltaicas OPV se fabrican a partir de polímeros orgánicos que tienen la propiedad de reaccionar a la luz solar. Las OPV pueden imprimirse o pintarse sobre superficies metálicas como las paredes exteriores de un edificio o su tejado, convirtiéndolos de un modo muy barato en generadores de electricidad.
Los procesos de fabricación de células solares bajo estas tecnologías tienen unos costes mucho más bajos que las células de silicio. La producción de silicio solar necesita altas temperaturas que solo se consiguen con un alto consumo de energía. La fabricación de estas nuevas placas se produce a baja temperatura con consumos energéticos mucho más bajos, lo que repercute positivamente tanto en su coste como en el medio ambiente.
(La nueva energía solar - Diario Ecología)
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