Segun la Revista Canina la pirotecnia puede producir en los animales “palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación, temblores, sensación de insuficiencia respiratoria (…) náuseas, aturdimiento, sensación de irrealidad, pérdida del control, miedo a morir(…)”
Sabemos que año a año muchas mascotas sufren por los estruendos que escuchan en estas fechas. Algunas se pierden, desorientadas, otras se estresan e irritan y, en el caso de los perros, se suma la tentación que para ellos representa correr detrás de petardos u otros artificios que pueden explotar en sus bocas causándoles graves heridas.
Por otro lado, se debe pensar en los animales que están en las calles. Al asustarse, éstos pueden correr sin prestar demasiada atención a su entorno, volviéndose más propensos a ser arrollados por un vehículo o a lastimarse con rejas, alambres o cualquier objeto contundente.
Para evitar que esto suceda podemos, en primer término, optar por no usar pirotecnia en nuestros festejos. Pero como no podemos controlar los actos de los otros, tenemos que tomar nuestros propios recaudos para cuidar a los animales que nos rodean.
Si tenés un perro o un gato en casa, tratá de mantenerlos en un espacio acotado y seguro de la casa para impedir que al asustarse por un estruendo salga corriendo y se lastime, ya sea atravesando vidrios o llevándose muebles por delante.
Ayuda también que este espacio esté medianamente aislado para que los ruidos no le lleguen con tanta fuerza. Se beneficia incluso más a la mascota si a este lugar se lo provee de sonidos familiares, como puede ser la radio o la televisión encendidas.
Por último, no es conveniente dejar atados a nuestros animales; el miedo los entorpece, por lo que pueden fácilmente enroscar su correa en los objetos que lo rodeen.
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