13 dic 2011

La escasez mundial del agua

Vandana Shiva, nacida en la India, es autora del libro “Las guerras del agua: contaminación, privatización y negocio” y es considerada una de las pensadoras más dinámicas y provocadoras del mundo en temas relacionados con el medio ambiente y cambio climático y los derechos de la mujer.

Física, ecologista y activista, en 1993 fue distinguida con el Right Livelihood Award. Es directora de la Fundación para la Investigación de las Ciencias, la Tecnología y la Política de Recursos Naturales, reconocida por sus investigaciones relacionadas con el medio ambiente, el agua y por sus trabajos en beneficio de las comunidades marginadas que padecen serios problemas de escasez de agua.

Su percepción sobre el ciclo hidrológico, como un proceso ecológico a través del cual un ecosistema recibe agua de la lluvia o de la nieve, fortalece esta aportación de humedad que recarga los cuerpos de agua, los acuíferos y las aguas subterráneas. 

La dotación de agua de un ecosistema depende del clima, de la orografía, de la vegetación y de la geología de la región. El hombre moderno, afirma, ha abusado de la Tierra en cada uno de estos aspectos, destruyendo su capacidad para recibir, absorber y almacenar agua.

La deforestación y la minería han destruido la capacidad de almacenamiento de agua de las cuencas. El creciente e indiscriminado empleo de combustibles fósiles ha ocasionado la contaminación atmosférica y el cambio climático, debido a las emisiones de bióxido de carbono al ambiente y otros gases de efecto invernadero, ha causado inundaciones, huracanes y sequías reiteradas, entre otros fenómenos naturales cada día más comunes.

El agua es el principio de la vida y origen de las culturas. En árabe, en urdu y en indostaní, el agua es llamada: ab. El saludo abad raho expresa deseos de prosperidad y abundancia (Shiva). El agua ha sido un elemento fundamental para el bienestar material y cultural de las sociedades en el mundo. Lamentablemente este preciado recurso se encuentra ahora amenazado, a pesar de que las dos terceras partes de nuestro planeta son agua nos enfrentamos a una grave situación de escasez de este preciado elemento.

En una conferencia sobre el agua y su futuro, impartida por el doctor Pedro Arrojo, en el Colegio de Ingenieros Industriales de Barcelona, el incansable investigador de la Universidad de Zaragoza, principalmente en temas sobre el agua y el cambio climático, decía que: “En un futuro muy cercano seremos testigos de radicales cambios en el clima si no se toman las medidas adecuadas, emitidas en el Protocolo de Kioto. Y lo más grave es que el problema será territorial, para el abastecimiento de agua”. Muchos de los países que tienen severas crisis de escasez del vital líquido están cerca de litorales de agua salada, en superficies pequeñas, como el Mar Mediterráneo, el Golfo Pérsico, el Mar Rojo, entre algunos, y hay muchos países en esos territorios; países del Medio Oriente, en donde se ubica el 60% de las plantas desalinizadoras del mundo (GWI).

En un futuro cercano habrá problemas para obtener agua potable a partir del agua de mar, para el abastecimiento que se requiere.

¿Qué hacer? ¿Qué prevenciones se deben de tomar? son algunas de las muchas interrogantes que habrá que resolver.

En el objetivo siete de la Organización de las Naciones Unidas, en su plan de desarrollo para el tercer milenio, se enfatiza sobre la sustentabilidad y abastecimiento de agua potable para los grupos más necesitados.

Algunos países han iniciado estrategias de cooperación en el ámbito del agua, de manera que ambos resuelvan sus necesidades hídricas.

Algunas alternativas estratégicas:
En semanas pasadas me enteré a través del Diario que México exportará agua a los Estados Unidos, en la región occidental, a través de la instalación de dos plantas desalinizadoras propuestas para el municipio de Playas de Rosarito, Baja California, a unos 24 kilómetros del sur de San Diego. Entre ambas podrían producir casi 570 millones de litros al día, suficiente para suministrarla a más de 300,000 hogares.

Las plantas son una estrategia para no depender del río Colorado, cuyo caudal es muy sensible a las sequías y que corre 2,333 kilómetros desde las montañas Rocallosas hasta el Golfo de California.

Por otra fuente de información, en el mes de noviembre de este año me enteré de la firma de un acuerdo entre España y China para reforzar la cooperación entre ambos países en materia de agua. Una plataforma para que las empresas españolas puedan prestar servicios en China con tecnologías desarrolladas en ámbitos como: desalinización, depuración y control de calidad de aguas. El convenio tiene una vigencia de cinco años, prorrogables.

Las áreas de cooperación son variadas y abarcan desde las estrategias de planificación y políticas relacionadas con el agua, hasta la gestión sostenible y protección de los recursos hídricos, ahorro de agua para riego, tecnologías para construcción de presas, la desalinización, depuración y reutilización del agua, así como el intercambio de información y formación de personal técnico y de gestión. (Ambientum).- Mérida, Yuc.







Por Jorge Antonio Lechuga Andrade





(Diario Ecología)

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