En Navidad se multiplica la generación de basuras. Cambie este año por unas fiestas más ecológicas.
En sus comidas
- Hasta un 40 por ciento de la comidas de la temporada terminan en la basura por su aspecto o porque se compra de más. El consejo: modere su consumo, calcule las porciones por persona, y si le sobra, empaque y congele para usar posteriormente.
- Piense antes de pedir comidas exóticas, asegúrese de que la carne no provenga de animales en vía de extinción.
- Prefiera productos provenientes de cultivos sostenibles y en los que se usaron buenas prácticas ambientales. Infórmese qué alimentos requieren menor aplicación de agroquímicos y mire si tienen certificación ambiental. Consuma más alimentos de temporada, cultivados localmente.
- Infórmese acerca de los alimentos genéticamente modificados (GM) y EVITELOS.
- Para fin de año la basura se duplica y un 80 por ciento de ella no es orgánica. Seleccione los residuos e intente reutilizar en casa papeles de regalo y tarjetas de felicitación. Procure usar botellas retornables.
- Las luces navideñas en una ciudad de 5 millones de habitantes producen alrededor de 100 mil toneladas de CO2, según Greenpeace; prefiera las de bajo consumo, enciéndalas solo en momentos específicos y no las deje prendidas toda la noche.
Compras y regalos
- Elija productos con la etiqueta que certifica que son fabricados de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
- Si va a adquirir artículos o juguetes de madera asegúrese de que estén elaborados con madera legal, pidiendo su certificado FSC.
- Decídase por juguetes didácticos que no requieran el uso de baterías; son muy divertidos y evitan el uso excesivo de energía y residuos contaminantes.
- Antes de comprar productos hechos con pieles de especies o materiales en peligro de extinción piénselo bien, puede salir mucho más caro que el precio que paga por él. Estos incluyen pieles de animales, caparazones de tortugas, marfil o coral. Además de ser ilegal en muchos lugares, favorece la extinción.
- Compre ropa de fabricación nacional antes que importada. Además de los altos costos de su transporte, está introduciendo al país residuos cuyas materias primas no fueron generadas acá.
- Tenga en cuenta que las telas utilizadas en la fabricación de la ropa no sean sintéticas o elaboradas a partir de polímeros; prefiera fibras menos contaminantes y de fácil degradación.
- Decídase por productos que no hayan sido probados en animales y elija elementos de limpieza biodegradables.
- Siempre que sea posible compre directamente al fabricante, de esta forma contribuirá a la reducción de transporte vinculado a la contaminación local.
- Lo ideal es no excederse en las compras, pero si tiene que hacerlas, en lo posible rechace las bolsas plásticas o reutilícelas y preferiblemente use las de tela.
- Compre o mande a hacer bolsas de tela resistentes; son un buen regalo y acostumbrará a los suyos a llevarlas cada vez que hagan compras.
- Regale cultura: entradas, suscripciones, libros y bonos son alternativas que no contaminan y enriquecen a quienes los reciben.
- Antes de comprar un regalo, mire cuáles puede reciclar de los que ya tiene en casa.
- Otra táctica es hacer trueques navideños. Si finalmente los compra, busque una tienda de comercio justo (aquellas que buscan el mejor precio para el productor), de ONG o ecológica.
- No bote sus electrodomésticos dañados; mejor intente repararlos, muchos de ellos pueden arreglarse y venderse o regalarse.
- Use el transporte público para visitar la iluminación navideña, salir de compras y disfrutar de las actividades programadas en esta época.
En vacaciones
- Asegúrese de que el sitio elegido para alojarse durante su viaje contribuya a la sostenibilidad del medio ambiente.
- Los alimentos de paquete son muy provocativos, pero no hacen bien a la salud ni al medio ambiente; prefiera durante sus vacaciones loncheras saludables con frutas y comida hecha en casa, jugos naturales y sándwiches, entre otros.
- No use detergentes ni productos que contengan químicos al lado de manantiales, ríos y arroyos.
- Disponga adecuadamente de los residuos tóxicos que genere. Pilas, latas de aerosoles o envases plásticos llévelos de vuelta con usted.
- Si va a pasar sus vacaciones junto al mar no arroje sus desechos al agua o cerca de la costa; los ecosistemas marinos son altamente sensibles a la intervención del hombre.
Honoria Montes - Diario Ecología
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