Con 325 metros de altura y una historia de más de 120 años, la Torre Eiffel es la estructura de hierro más emblemática de Francia. Teniendo en cuenta su importancia internacional, la consultora de ingeniería y diseño urbano “Grupo Ginger” presentó una idea amigable con el ambiente y súper original: convertir a la torre parisina en el árbol más alto del mundo.
El proyecto de la firma propone cubrir la estructura con unas 600 mil plantas. El propósito es que la torre se vuelva un pulmón verde y un símbolo internacional del desarrollo sustentable.
Según el Grupo Ginger, para que esto sea posible habrá que incorporar unas 12 toneladas de tuberías de riego y más de 600 mil plantas en bolsas de cáñamo, lo que se estima tendrá un peso total de 378 toneladas. El proyecto costaría alrededor de 72 millones de euros y sería capaz de absorber 87.8 toneladas de CO2.
Además de volverse un atractivo espacio verde, el proyecto busca demostrar las bondades del desarrollo sustentable a las más de siete millones de personas que visitan a la torre anualmente. Pero esta apariencia no sería definitiva: “(…) no estamos sugiriendo que sea un elemento permanente, proponemos esto como una instalación temporal, al igual que el señor Eiffel hizo cuando se construyó la torre en el siglo 19″, manifestó Jean-Luc Schonebelen, directivo de Ginger citado por CNN.
A pesar de su originalidad y de aparentar ser un proyecto responsable, la propuesta ya generó controversias en la comunidad local, sobre todo por los altísimos costos que demandaría su producción. Por el momento, solo se trata de una iniciativa que aún no ha sido aprobada ni debatida por las autoridades de la ciudad.
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