Muchas veces hablamos sobre el consumo responsable y la necesidad de implementar nuevos hábitos para darle un respiro al planeta. Sin embargo, el crecimiento de la población mundial y el estilo de vida de la sociedad actual están produciendo el efecto contrario: día tras día se consume más, lo que se traduce en sobreexplotación de los recursos naturales y aumento de las emisiones contaminantes.
En relación con esto, hace pocos días se anunció que la Tierra entró en déficit ecológico, es decir que ya se consumieron todos los recursos naturales que se generan anualmente. A partir de ahora, y hasta fin de año, todo lo que se consuma se hará en base a recursos que el planeta no puede producir y de contaminantes que no es capaz de absorber.
Los datos fueron ofrecidos por la Global Footprint Network (Red de la Huella Ecológica Global) y el centro de estudios londinense NEF (Fundación para una Nueva Economía, por sus siglas en inglés), quienes señalaron el 27 de septiembre como el día en el que el planeta entró en déficit ecológico. El problema es que en los primeros nueve meses del año se consumió el total del presupuesto de recursos naturales para 2011.
De acuerdo al informe, el déficit ecológico se duplicó desde 1961, y al nivel de consumo actual la biocapacidad de la Tierra solo es capaz de cubrir dos tercios de la demanda global. En este sentido, los humanos consumen los recursos equivalentes a entre 1,2 y 1,5 planetas, y de seguir así es probable que se necesiten de dos planetas al año antes de 2050.
“Vivimos por encima de las posibilidades ecológicas del planeta, degradando los fundamentos que sustentan nuestra propia existencia sobre la Tierra”, explicó el jefe de Economía Ambiental de la NEF, Aniol Esteban. Esto genera importantes problemas ambientales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y escasez de recursos vitales como agua y vegetales.
Por supuesto que ante esta problemática las responsabilidades varían notablemente de acuerdo al país que se trate. De esta manera, el informe también refleja la desigualdad ante el reparto del presupuesto natural: si la población global viviera como un ciudadano de la India, solo sería necesario un planeta, mientras que si todo el mundo viviera como un ciudadano español, se necesitarían tres planetas al año, y hasta cinco planetas para vivir como un ciudadano estadounidense.
Lo importante es valorizar los recursos naturales, teniendo en cuenta que no es posible producir por encima de su capacidad. El consumo responsable es la clave para enfrentar el problema. Pero esto no sólo es responsabilidad de los ciudadanos sino que también de los gobiernos y las empresas, que deben tener en cuenta que el desarrollo del país no siempre está ligado a los niveles de producción y de consumo, sino más bien al nivel ecológico y social de la actividad humana.
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