19 oct 2011

Aportan más pruebas de la contaminación de la Alumbrera

Afirman que decenas de elementos químicos, entre ellos radiactivos, contaminan los suelos y aguas de la región de Andalgalá y otras zonas aledaña.

 
El ambientalista catamarqueño de la ciudad de Andalgalá, Roberto Luna, aportó su análisis y consideración respecto al trabajo desarrollado por la minera la Alumbrera, quien según sus propias palabras: “Nunca dio a conocer cuáles son los elementos químicos (geoquímica) del yacimiento”, con lo cual, la empresa “entorpece sistemáticamente todos los intentos para conocer esta información, y perjudica a la Justicia, en los numerosos juicios penales que tuvo que afrontar, como asimismo de organizaciones ambientalistas y medios de prensa”, consideró Luna.

Resaltó que de esta forma “se encubre la contaminación ambiental que produce con metales radiactivos, por un lado y, por otro, oculta el contrabando de metales por el puerto de embarque, en la zona portuaria de Rosario. El proceso de explotación, transporte y exportación están fuera del control de las autoridades de Minería a nivel nacional y provincial, como así también de las aduaneras”, explicó.

Agregó que la minera, “desde hace 13 años, hace estallar cargas explosivas para aflojar la roca que contiene los metales, liberando a la atmósfera toneladas de polvo, que no es más ni menos que el magma o lava subidos a la superficie hace millones de años por un volcán. Ese polvillo está formado por micropartículas que contienen decenas de elementos químicos, entre ellos radiactivos como el uranio, cesio y torio o muy contaminantes como el arsénico, azufre, plomo”, entre otros elementos químicos.

“Estas sustancias son transportadas por los vientos hacia los valles circundantes depositándose sobre los suelos, montañas y cursos de agua de la región”, manifestó Luna, al agregar que el lugar más afectado es Andalgalá, porque recibe la brisa nocturna que proviene de las montañas del sector donde está la mina. Detalló, además, que “los elementos geoquímicos ya están presentes en los suelos, al menos en Andalgalá, Belén y Santa María, dado que fueron diseminados por las erupciones de numerosos volcanes a lo largo de millones de años. Hasta el año 1997 tuvieron un tratamiento ‘natural’ y ‘amigable’ dado por los agentes y fenómenos meteorológicos y por los movimientos orogénicos o de placas tectónicas, por lo que los seres vivos no se vieron afectados o amenazados. Pero a partir de esa fecha, y por las gigantescas explosiones de la minera Alumbrera, donde todos los minerales se encuentran concentrados, se produjo un considerable aumento de elementos contaminantes y una mayor exposición de las personas y otros seres vivientes. Literalmente, en la región se está depositando ‘magma en polvo’”.


Enfermedades
Sumado a este gran desastre, el ambientalista catamarqueño expresó que “no es casual la multiplicación de casos de cáncer y otras enfermedades ‘raras’ o infrecuentes en Andalgalá, Belén y poblados menores”, situación que sería producida por la contaminación con uranio, torio y cesio. Agregó que “estos elementos químicos emiten radiación de tipo alfa, beta o gamma, destruyendo o modificando las células de los organismos vivos, causando gravísimas enfermedades, entre ellas el cáncer. La exposición al uranio y sus productos de desintegración (decaimiento), entre ellos el gas radón, continúan siendo una brutal amenaza para nuestra población. Lamentablemente esa acción contaminante también se extiende hacia las provincias de Tucumán y Santiago del Estero, a través de los continuos derrames del concentrado del mineraloducto y el drenaje de los líquidos residuales hacia el Canal DP2 y la cuenca de los Ríos Salí-Dulce” .

A la contaminación con elementos químicos radiactivos provenientes de la Alumbrera, según Luna, se suma la contaminación que produce la empresa minera con el uso de cianuro en el proceso de lixiviación de los metales. “A nuestro juicio, aquella es más peligrosa y duradera. El caso Andalgalá y la mina la Alumbrera, desde el punto de vista de la degradación ambiental, es aplicable a prácticamente la totalidad de los yacimientos mineros a cielo abierto en explotación de Argentina, como Veladero, Gualcamayo, Cerro Vanguardia, etc., y los que están proyectados, como Pascua Lama, Agua Rica, Río Colorado y San Jorge”, explicó Luna. 









Fuente: Nuevo Diario  (Stgo. del estero)



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