19 oct 2011

La exposición a contaminantes ambientales determina el peso y talla de los niños al nacer

Las mujeres embarazadas que residen en grandes ciudades tienen más posibilidades de tener un niño de mayor talla y peso que las que viven en el medio rural. Una mayor exposición a los xenoestrógenos, un tipo de contaminantes ambientales que se comportan como hormonas, podría ser la responsable. Así lo indica un nuevo estudio de la Universidad de Granada, que relaciona por primera vez la carga estrogénica de la placenta con un mayor peso del niño al nacer.


Científicos de la Universidad de Granada han analizado las características de dos poblaciones de mujeres embarazadas y de sus hijos al nacer, residentes en Granada y Madrid, y han comprobado que ambas poblaciones presentaban características biológicas, demográficas y socio-económicas específicas que definen los patrones de exposición ambiental debida a los xenoestrógenos presentes en la placenta.
Se trata de la primera investigación realizada en España que asocia la carga estrogénica de la placenta de las embarazadas con un mayor peso del niño al nacer.

El grupo de Madrid estaba formado por mujeres residentes en área urbana, con un nivel educativo medio-alto, trabajadoras la mayoría (89%) fuera de casa, en ocupaciones relacionadas con tareas administrativas, o con la enseñanza.

Por el contrario, las madres incluidas en el estudio de Granada residían mayoritariamente en áreas rurales, poseían un nivel educativo bajo (un 53,4% no tenía estudios o sólo contaba con estudios primarios) y un alto porcentaje de las mismas se dedicaban exclusivamente a las tareas domésticas (38,3%).

Los investigadores analizaron los factores que condicionan la exposición y la asociación entre las características antropométricas y sociodemográficas, las condiciones de salud, el estilo de vida, las condiciones de trabajo, con el parámetro de exposición definido como carga estrogénica total efectiva. De este modo, los autores comprobaron que el efecto estrogénico del extracto tisular placentario (TEXB) tiene una relación directa con ciertas características de los padres, del parto y de los recién nacidos.

Así, la mayor TEXB de la fracción alfa se observó en placentas de mujeres de más edad, con menor índice de masa corporal, residentes en Madrid y que dan a luz niños con mayor peso al nacer. Estos resultados sugieren un papel a la estrogenicidad del conjunto de xenoestrógenos acumulados en el tejido placentario, en el desarrollo embrionario-fetal.

Biomarcador de efecto combinado
Por lo general, la mayoría de los trabajos sobre exposición a contaminantes ambientales se centran en la cuantificación de compuestos químicos de forma aislada. Sin embargo, en la actualidad el censo de sustancias químicas de síntesis disponibles supera las 100.000, lo que favorece la acción combinada de varios de ellos, "con un resultado final impredecible, que pudiera ser aditivo, sinérgico e incluso antagónico", explica Remedios Prada.

"De este modo, concentraciones consideradas en el modelo toxicológico clásico como insignificantes podrían tener en forma combinada un efecto acumulativo significativo. Por eso en este trabajo hemos abordado la exposición utilizando un biomarcador de efecto combinado”, subraya.

En la actualidad, las autoridades sanitarias de diferentes países tratan de implantar sistemas de vigilancia de exposición humana a contaminantes ambientales, mediante la utilización de biomarcadores de exposición, como por ejemplo se hace en EE UU con la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición, o de forma particular en España en el Proyecto Infancia y Medioambiente (INMA).










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