Una cooperativa integrada por diecisiete pequeños productores apícolas de la localidad sur mendocina de Malargüe ganó el Premio Biomiel que reconoce la mejor miel orgánica certificada del mundo.
Según informaron ayer desde la Subsecretaría de Agricultura Familiar de Mendoza, se trata de la Cooperativa Panales de Montaña que se desarrolla en el departamento de Malargüe, ubicado a unos 450 kilómetros al sur de la capital mendocina y que integran diecisiete pequeños productores apícolas.
El Premio Biomiel reconoce a la mejor miel orgánica certificada del mundo y fue entregado en la Primera Feria Internacional de Agroalimentos Orgánicos.
«La cooperativa viene trabajando hace seis años en la actividad apícola e incursionamos en la producción de miel orgánica sólo hace dos años», comentó ayer el productor Luis Duarte, miembro de la organización ganadora.
Si bien los productores mendocinos no tenían hasta hace poco una certificación, «siempre estuvimos asesorados por técnicos de la Subsecretaría de Agricultura Familiar y eso nos permitió poder participar de este concurso que sin dudas ha sido una experiencia muy buena para nosotros», dijo Duarte.
«Tenemos una gran oportunidad porque el mundo está demandando productos orgánicos y a eso apuntamos. Nuestro sector se caracteriza por ser productores de alimentos, pero necesitamos también del apoyo de las autoridades gubernamentales y que den mayor impulso a la actividad», señaló el apicultor.
Según se informó desde la Subsecretaría de Agricultura Familiar de Mendoza, además de incluir una secuencia de charlas y conferencias abiertas al público, «la feria constituyó un ámbito para la promoción, exposición y venta de productos orgánicos, así como para el encuentro de productores, comercializadores, técnicos y consumidores».
Asimismo, sirvió para promover la calidad de la miel y de la apicultura orgánica y de otros productos de la colmena; fomentar la relación entre la apicultura y el desarrollo sustentable; valorizar las diferencias ligadas a la biodiversidad natural y de los cultivos; y sensibilizar a los ciudadanos sobre los productos agroalimenticios y la cultura regional.
Según datos proporcionados por la Subsecretaría, la Argentina se posiciona como un productor mundialmente reconocido por la calidad de sus mieles, condición que se basa en las grandes extensiones de pasturas naturales, la abundante flora autóctona y las enormes superficies implantadas con diversos cultivos agrícolas que se encuentran a disposición de la producción apícola.
En términos productivos, se extraen entre 80.000 y 90.000 toneladas de miel al año, las cuales se exportan casi en su totalidad.
Esto se debe a que los hábitos de consumo local de miel no son significativos (aproximadamente 200 gramos per cápita por año, cuando en países con gran tradición en consumo el volumen supera los 2 kilogramos per cápita por año).
Entre los años 2002 y 2003 la Argentina se consolidó como el primer exportador mundial, desplazando a China.
El principal destino de las exportaciones argentinas es Alemania, allí es donde se dirige la mayor parte de la producción; en segundo lugar se encuentra Estados Unidos, y luego figuran Italia, Reino Unido, España y Japón entre los más importantes.
Por otro lado, «existe una gran demanda internacional de miel argentina, por lo cual el objetivo de este trabajo es dar a conocer las enormes posibilidades de crecimiento que tiene la producción de miel», indicaron desde la Subsecretaría.
Fuente: http://www.agroparlamento.com/
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