La bolsa que hoy utilizas para tirar la basura, mañana amortiguará el paso de tu coche por una autovía. Aunque lo parezca, no es una utopía. El año que viene, Madrid estrenará un tramo de carretera cuyo asfalto estará hecho a base de una mezcla de plástico y caucho reciclado. Dos elementos de difícil eliminación, que se acumulan en vertederos sin destino posible, y que hacen un daño incalculable al medio ambiente.
Una fructífera alianza entre los científicos, las empresas y la administración han dado una nueva vida a estos desechos.
El Instituto Tecnológico del Plástico Aimplas, Acciona, la consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid y la Universidad de Cantabria, con su grupo de investigación Giteco como protagonista, son los artífices de esta novedosa aplicación.
Tal y como ha explicado la portavoz de Aimplas en la feria Exporrecicla 2011, celebrada esta pasada semana en Zaragoza, España, el objetivo de crear y aplicar esta mezcla de asfalto ecológico no es otro que reducir la cantidad de residuos que se acumulan en los vertederos y reducir su impacto ambiental. Los cálculos que realizan los expertos son más que elocuentes: con sólo un 5% de penetración de esta nueva mezcla en el mercado de asfalto se podrían reutilizar 22.500 toneladas de residuos de plástico y otras 11.250 de neumáticos desechados. Los materiales que se utilizarán serán subproductos del reciclado de plástico, materiales que por su baja calidad no pueden reutilizarse más y se llevan a los vertederos. Así, según Aimplas, «se espera demostrar el beneficio económico que tendría el uso de residuos al reducirse el coste asociado a la producción del asfalto».
El uso de plásticos en mezclas asfálticas no es algo nuevo. En el 2010, realizaron una prueba en la autovía de Almería, empleando 2.000 toneladas de plástico reciclado.
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