El vapor de mercurio liberado al romperse una lámpara fluorescente compacta, o bombilla de bajo consumo, puede superar los niveles de exposición seguros.
Al romperse, una bombilla compacta de luz fluorescente, que posea mercurio en su interior, liberará vapor de mercurio en el aire durante semanas y meses, y la cantidad total puede superar los niveles seguros de exposición humana en una habitación mal ventilada, según los resultados de un nuevo estudio.
En general, las lámparas fluorescentes compactas no son consideradas residuos peligrosos. Sin embargo, Yadong Li y Li Jin, de la Universidad Estatal de Jackson, han llegado a la conclusión de que la cantidad total de vapor de mercurio liberado de una lámpara fluorescente compacta rota puede, con el tiempo, ser mayor que la cantidad considerada segura para la exposición humana.
Dado que cualquier persona puede, fácil e inadvertidamente, inhalar el mercurio en su estado de vapor, los autores del estudio recomiendan la rápida eliminación de las lámparas fluorescentes compactas rotas, y una buena ventilación, así como el uso de envases adecuados para minimizar el riesgo de rotura de las bombillas y para retener el vapor de mercurio en caso de que lleguen a romperse, limitando así el riesgo de que ese vapor nocivo sea inhalado por personas.
Las pruebas efectuadas en ocho marcas diferentes de lámparas fluorescentes compactas y en cuatro cantidades distintas de vatios de potencia, reveló que el contenido de mercurio varía considerablemente de una marca a otra.
A fin de poder determinar de manera lo bastante fiable la cantidad de mercurio liberada por las lámparas fluorescentes compactas rotas, Li y Jin utilizaron procedimientos estándar desarrollados por la Agencia estadounidense de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) para medir la filtración de mercurio en líquidos, y un sistema de monitorización de emisiones para detectar el vapor de mercurio.
Al romperse, una bombilla compacta de luz fluorescente, que posea mercurio en su interior, liberará vapor de mercurio en el aire durante semanas y meses, y la cantidad total puede superar los niveles seguros de exposición humana en una habitación mal ventilada, según los resultados de un nuevo estudio.
En general, las lámparas fluorescentes compactas no son consideradas residuos peligrosos. Sin embargo, Yadong Li y Li Jin, de la Universidad Estatal de Jackson, han llegado a la conclusión de que la cantidad total de vapor de mercurio liberado de una lámpara fluorescente compacta rota puede, con el tiempo, ser mayor que la cantidad considerada segura para la exposición humana.
Dado que cualquier persona puede, fácil e inadvertidamente, inhalar el mercurio en su estado de vapor, los autores del estudio recomiendan la rápida eliminación de las lámparas fluorescentes compactas rotas, y una buena ventilación, así como el uso de envases adecuados para minimizar el riesgo de rotura de las bombillas y para retener el vapor de mercurio en caso de que lleguen a romperse, limitando así el riesgo de que ese vapor nocivo sea inhalado por personas.
Las pruebas efectuadas en ocho marcas diferentes de lámparas fluorescentes compactas y en cuatro cantidades distintas de vatios de potencia, reveló que el contenido de mercurio varía considerablemente de una marca a otra.
A fin de poder determinar de manera lo bastante fiable la cantidad de mercurio liberada por las lámparas fluorescentes compactas rotas, Li y Jin utilizaron procedimientos estándar desarrollados por la Agencia estadounidense de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) para medir la filtración de mercurio en líquidos, y un sistema de monitorización de emisiones para detectar el vapor de mercurio.
Fuente: NCYT
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