Ya dijo Gandhi aquella maravilosa frase, que tanta verdad encierra: Tú eres el cambio que quieres ver en el mundo. Por lo tanto, dicho en verde, nos toca apechugar con la parte de responsabilidad que cada uno de nosotros tenemos para conservar el entorno. ¿Tarea difícil? Todo lo contrario, puede llegar a ser de lo más sencillo, y en este post te damos algunas ideas.
El día a día ofrece constantes posibilidades de ayudar a conservar al planeta. Sólo hay que cambiar nuestro chip y seguir pautas fáciles, que no alteren nuestra vida en lo sustancial, pero que consigan hacer la diferencia. Por ejemplo, utilizar el ordenador portátil en lugar de un pc de escritorio supone gastar la mitad de la energía.
En el correo postal también podemos hacer un favor al medio ambiente si nos libramos de publicidad no deseada. Dejar de recibir este tipo de envíos contactando directamente con las empresas o mirar un catálogo online en lugar de hacerlo en papel también ayuda.
Otra forma de ahorrar energía y money es vigilar y moderar el uso de electricidad en climatizadores. Un termostato programable puede ayudarnos para ajustar automáticamente la calefacción o el aire acondicionado sin necesidad de desperdiciar energía.
Más consejos de sentido común: no abusar del coche o avión ni, pongamos por caso, de la lavadora, es decir, ponerla sólo con la carga llena y no cambiarse de ropa a todo meter. Si no es necesaria, también podemos prescindir de la secadora.
En el baño son muchos los gestos ecológicos que poner en práctica de forma sencilla. Además de no derrochar agua y de arreglar cuanto antes posibles goteos de grifos o, al menos, de colocar un cubo o palangana y utilizar ese agua para regar las plantas, sin ir más lejos.
La comida es otro de los puntos clave en los que podemos aportar nuestro granito de arena. Sugerimos, por ejemplo, saltarse la carne (si es roja, mejor) de vez en cuando para evitar el intensivo uso de recursos que supone, amén del maltrato animal que, como toda carne, este alimento conlleva.
En la cocina podemos hacer la tira de cosas por el planeta. Además utilizar productos biodegradables y ecológicos en la limpieza del hogar (vinagre, bicarbonato, detergentes biodegradables, etc.), reciclar y separar la basura o ahorrar agua, no está de más elegir cacharros que consuman menos gas, como la olla a presión.
Y, por supuesto, son bienvenidos todo tipo de actitudes solidarias de reciclaje, tanto en lo tocante a teléfonos móviles como a medicamentos. Reutilizar es el lema de todo ecologista practicante, por lo que cambia tu modo de pensar y piénsalo dos veces antes de tirar nada. Igualmente, siempre que puedas huye de los envases, y agénciate una botella reutilizable para llevar contigo y no andar consumiendo botellas de plástico, un despilfarro medioambiental que suma millones de envases cada día en todo el mundo.
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