27 ago 2011

Carísimo plan de limpieza radiactiva de Fukushima no permitirá vivir en la zona en años


Combatir la radioactividad de Fukushima resulta una tarea muy poco agradecida. Además de ser difícil, y en muchos casos imposible, costará mucho trabajo y dinero, pero hay que hacerla. Japón debe limpiar el área radiactiva y ello podría costarle miles de millones de dólares, pero los habitantes de la zona de exclusión no podrán regresar a sus casas en años.
Será un plan de limpieza sin precedentes, tanto en la movilización de recursos como en el increíble gasto que supondrá para el país, pero éste no hará posible que muchas personas vuelvan a su hogares (zona de exclusión), expuestos a altos niveles de cesio radiactivo, si bien agilizará que puedan hacerlo en el futuro. Tal es la dificultad de erradicar los niveles peligrosos de radioactividad para la salud encontrados en la zona, aunque algunos de los habitantes han comenzado su propia limpieza, cansados de esperar a que el gobierno actúe.
El plan de rehabilitación está a punto de ser presentado. Se espera conocer sus características en breve, pero ya se sabe que su meta general será reducir a la mitad la dosis de radiación en el aire en zonas residenciales en dos años. Recordemos que la contaminación incluye cesio 137, cuya radioactividad persiste durante 30 años.

La inexperiencia y dónde almacenar los materiales radioactivos serán el principales escollos en las labores de limpieza, que abarcarán un área de entre mil y cuatro mil kilómetros cuadrados, con un gasto de 130.000 millones de dólares (más de 10 billones de yenes). “La tecnología para limpiar plantas se ha estudiado, pero no tenemos experiencia en descontaminar materiales liberados al medio ambiente”, se lamenta Tetsuo Iguchi, profesor de la Universidad de Nagoya.
El megaterremoto y tsunami del 11 de marzo provocó el accidente en la planta de Fukushima, situada 240 kilómetros al noreste de Tokio, que ya ha liberado cerca de un 15 por ciento de la radiación atmosférica del accidente de Chernóbil (1986), según la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial japonesa. Fue una catástrofe natural, primero, y nuclear después, que también ha dejado tocado al gobierno.
La crisis gubernamental se ha saldado con el anuncio este viernes de la dimisión de su Primer Ministro, Naoto Kan, quien abandona la presidencia del Partido Demócrata, lo que también supone el cese en el cargo de jefe de Gobierno. Kan, de 64 años de edad y elegido en junio de 2010, renunció tras recibir críticas por todas partes: no sólo desde la oposición, sino también dentro de su propio partido, por su gestión del desastre del 11 de marzo, considerada pésima.









Fuente: Ecología Blog
Fotografía:  hige2

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