16 ago 2011

5 razones para oponerse a la construcción de la Mina Invierno


Hay muchas razones para oponerse al avance y puesta en operación de la Mina Invierno, la primera de un conjunto de minas que realizarán extracción de carbón desde la Isla Riesco. Sin embargo sólo una para estar a favor: su bajo precio.
El carbón que se extraerá desde la isla servirá para alimentar plantas termoeléctricas, es decir, que generan electricidad a base de la combustión de carbón. Hoy éstas funcionan pero con carbón importado desde otras latitudes y disponer de este combustible nacional implica, sin duda, reducir los costos. En efecto, las empresas que están impulsando estas operaciones son los mismos que transportarán y luego utilizarán el carbón en sus centrales generadoras.
Hoy nos han hecho creer que no existen alternativas energéticas para Chile, por eso el apuro en garantizar que se disponga del material a la brevedad, aunque sea extraído desde un lugar de alto valor de conservación por su biodiversidad y cuyo impacto ambiental es aún desconocido.
Sin embargo, son miles las voces que comienzan a levantarse para desmentir esa falacia. En este escenario, las 5 razones para solicitarle formalmente al Gobierno que escuche la opinión mayoritaria de los chilenos y detenga -a través del Comité de Ministros- el proceso que permitirá poner en operaciones la Mina Invierno, son:

1.- La utilización de carbón en la generación de energía es hoy uno de los principales responsables del cambio climático.

Miles de personas pierden a diario sus hábitats, al ver afectadas sus actividades cotidianas. La vida sufre cambios gigantescos en el planeta a escala global y no actuar ahora con determinación para detenerlo es irresponsable. Es importante hacer ver a los gobiernos la importancia de su acción decisiva hoy, con urgencia. Organismos internacionales como Naciones Unidas han llamado la atención sobre la urgencia de respuestas desde Chile, cuya matriz ya varios expertos consideran en camino a la carbonización.

2.- La mina invierno es otro proyecto vinculado a la generación de energía que afecta nuestro patrimonio y biodiversidad.

Los estudios de impacto ambiental no consideran todas las externalidades (efectos) de las operaciones que se realizarán y las medidas de compensación no logran mitigarlos. Flora y fauna propia de la zona -entre las que se cuentan huemules y cóndores, emblemas patrios-, incluso adyacente a áreas protegidas, se verá afectada de forma irreparable para favorecer el lucro de unos pocos.

3.- Malas decisiones se traducen en costos que finalmente pagan todos los chilenos, pero muy especialmente aquellos que no cuentan los recursos económicos y legales para evitar que los pasen a llevar.

Hoy todas las centrales termoeléctricas que recibirán el material se encuentran en conflicto con la comunidad por el impacto que tienen sus emisiones, gases y residuos en sus territorios. Niños, ancianos, trabajadores han sufrido un deterioro de su calidad de vida, la biodiversidad de las zonas afectadas, al punto que hoy se las conoce como zonas de sacrificio. Los mal llamados "accidentes", como los ocurridos en Ventanas hace pocos meses, son parte del día a día.

4.- Se suele indicar que el carbón es energía barata, y que reducirá los costos de la energía, permitiendo así mayor empleo, productividad y crecimiento favoreciendo mayor justicia social.

Sin embargo esto es otra falacia: el mercado de la energía está altamente concentrado y el sobreprecio es hoy inexplicablemente alto a favor de las empresas, transfiriendo sus costos a los ciudadanos. Un verdadero crecimiento con igualdad implica comprender que contaminando, sacrificando vidas y afectando al planeta es la forma equivocada. Hoy hay margen para que nuestras autoridades actúen. Las propuestas de Greenpeace en el mundo consideran este cambio y es hora de que el Gobierno deje de evitar la discusión.

5.- Chile tiene hoy una oportunidad histórica para revertir este patrón de acción.

Por primera vez en nuestra historia ha quedado en evidencia que el lucro de unos pocos es lo que nos impide un genuino desarrollo sustentable. Nuestro compromiso es amplio y decisivo en esta materia, pero no basta con ello; necesitamos que levantes la voz y le hagas saber tu preocupación a quienes hoy pueden revertir malas decisiones.
Por favor ayúdanos y solicítale a los ministros y asesores que tendrán la palabra para decidir sobre Isla Riesco que no queremos sacrificar más a Chile, y que exigimos respuestas para el corto, mediano y largo plazo en materia energética.








Fuente: Greenpeace Chile

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