La ropa ecológica es aquella fabricada en forma natural, respetando el medio ambiente y los derechos humanos de sus productores. Claro que no todo es idealismo y deseos de salvar al mundo: la promoción de este tipo de vestimenta responde a los requerimientos de una sociedad cada vez más consciente, que incluye a la ecología entre los parámetros con los que decide su consumo. Las empresas de indumentaria obtienen sus dividendos al encarar campañas de marketing que posicionen su marca como “ecológica”.
Entre las ventajas que existen para la producción y utilización de ropa ecológica, se menciona la menor contaminación vertida al medio ambiente y la disminución del riesgo para la piel, ya que las fibras naturales contienen menos sustancias alergénicas que las fibras tratadas con químicos. Además permite frenar el cultivo intensivo de algodón, que daña y contamina el medio ambiente.
¿Cómo saber si la prenda qué compras es ecológica?
Simplemente debes fijarte en su etiqueta con qué materiales está procesada. Además, debes buscar si la marca está certificada como orgánica y ecológica.
Algunas de las telas que no dañan tu salud ni la del medio ambiente son:
- Algodón orgánico: elaborado en campos libres de pesticidas y químicos.
- Seda: esta tela es orgánica ya que está hecha por gusanos de seda pero debes tener cuidado que el proceso de teñido sea natural.
- Bambú: es un material que crece rápidamente y no precisa de pesticidas.
- Poliéster: si bien esta tela deriva del petróleo muchas fábricas la están haciendo con botellas de plástico reciclado.
- Yute: esta tela es biodegradable.
- Cáñamo: la ventaja de esta tela es que es muy estable y duradera.
- Soya: este material se está utilizando cada vez más ya que es de fácil y rápida extracción.
- Piña: las telas fabricadas con esta fruta mejoran el estado de la piel y evitan reacciones alérgicas.
- Cashmere: esta tela se consigue del peinado del pelo de cabras y es sin duda una de las más ecológicas y elegante.
- Alpaca: es una tela sedosa, de brillo natural, peso liviano y extrema durabilidad que no precisa de muchos procesos para su acabado final.
- Lino: al igual que el bambú, su planta crece rápidamente y no precisa de pesticidas que contaminen el medio ambiente.
- Lyocell: es obtenido de la pulpa de madera y se caracteriza por ser un material reciclable y biodegradable.
Por lo general, estos materiales son resistentes a cualquier tipo de plaga y a los rayos ultravioletas por lo tanto, no es necesario la aplicación de ningún tipo de plaguicida o compuesto químico que lo convierta en un material no ecológico
Si bien las prendas ecológicas ya son una moda es probable que te cueste encontrarlas o bien que sus precios sean elevados, esto se debe a que el mercado aún no está preparado para la comercialización de las mismas. Asimismo, creemos que dentro de algunos años más marcas y comercios se sumarán a la lucha del cuidado del medio ambiente.
Como consumidores también podemos contribuir con el cuidado del medio ambiente, desarrollando hábitos ecológicos y solidarios al comprar, usar, lavar y cuidar nuestra ropa.
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