El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por su sigla en inglés) de las Naciones Unidas presentó ayer un informe especial que advierte de los riesgos por eventos climáticos extremos (sequías, inundaciones, etc.) que sufrirán los países en desarrollo durante el siglo XXI a consecuencia del cambio climático antropogénico.
El documento presentado en Uganda por su director Rajendra Pachauri, sostiene que entre 1970 y 2008, un 95 por ciento de los desastres naturales han ocurrido en países en desarrollo, cifra que los expertos estiman aumentará durante este siglo.
Se trata de un documento “extremadamente relevante” para afrontar las consecuencias del cambio climático en el siglo XXI, en particular para países en vías de desarrollo, especialmente vulnerables a eventos extremos como sequías, inundaciones y olas de calor dijo Pachauri.
“No son necesarios eventos extremos para causar daños en países en vías de desarrollo” aseveró.
Nick Nuttall, portavoz del IPCC alertó que “no son necesarios eventos extremos” para causar daño en países en vías de desarrollo, y citó como ejemplo la epidemia de cólera que tuvo lugar en Zimbabue en 2008, luego del inicio de la temporada de lluvias y las inundaciones del año pasado en Pakistán.
Thomas Stocker, de la Universidad de Berna y copresidente del Grupo de Trabajo 1 del IPCC advirtió que “es probable que la frecuencia de días cálidos aumente en un factor de 10 en la mayoría de las regiones del mundo”.
Además, “las precipitaciones intensas serán también más frecuentes, y en los ciclones tropicales la velocidad del viento aumentará, mientras que su número se mantendrá probablemente constante o disminuirá”.
Vicente Barros, climatólogo argentino, expresó que el informe representa el fruto del trabajo de dos comunidades, “los expertos en cambio climático y los expertos en manejo de desastres” y abogó por la necesidad de facilitar la integración de ambas políticas y “elaborar un mensaje coordinado”.
Precisamente, Chris Fields, director del Grupo de Trabajo 2 del IPCC –encargado de transformar la evidencia científica en políticas concretas– dijo que “los fenómenos más complejos de entender, simular y predecir. Ocurren en todas las regiones y deberían ser tenidos en cuenta por los políticos”.
El Informe especial fue una iniciativa propuesta por Noruega en la cumbre del IPCC de 2008, en Ginebra. Ha supuesto un trabajo de más de dos años y medio donde han colaborado más de un centenar de científicos y legisladores.
Para Qin Dahe, de la Administración Meteorológica China, el informe tendrá gran utilidad para “incrementar la resistencia al cambio climático y la capacidad de la comunidad” de los países en desarrollo.
(Servindi)
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