¿Te has preguntado alguna vez cuánta “naturaleza” requiere tu estilo de vida?. La humanidad necesita lo que la naturaleza le proporciona, pero ¿cómo sabemos cuánto estamos utilizando y cuánto tenemos para utilizar?. Yo contamino, tú contaminas, él contamina, nosotros contaminamos. Todas las actividades que realiza el hombre, de la más simple a la más compleja, generan un impacto en el ecosistema en el que se desarrollan. ¿Pero qué capacidad tiene la naturaleza de recuperarse? ¿Cuánto tiempo puede demandar esa recuperación? ¿Qué cantidad de agua y de tierra es necesaria? Para responder a estos interrogantes, que apuntan a medir la sustentabilidad, se creó el indicador denominado Huella Ecológica, cuyo resultado permite visibilizar claramente cuál es la relación del hombre con la naturaleza.
¿Qué es la huella ecologica?
La huella ecológica ha emergido como la principal medida mundial de la demanda de la humanidad sobre la naturaleza. Mide cuánta área de la tierra y del agua requiere una población humana para producir el recurso que consume y absorber sus desechos usando la tecnología prevaleciente.
La Huella Ecológica mide cuáles son los requerimientos (en términos de hectáreas de tierra bio-utilizable: cultivos, pastos, bosques, mar, suelo construido o absorción de Co2) para mantener el nivel de consumo de una persona, empresa y/o país, etc. Esto nos da una idea muy clara del impacto real de las actividades personales o empresariales sobre el ecosistema.
En el mundo existen solamente 2.1 hectáreas de espacio biológicamente productivo disponible para cada persona en la Tierra, pero la Huella Ecológica promedio mundial es de 2.9 hectáreas por persona; esto significa que la humanidad está soprepasando la capacidad ecológica de la biosfera en casi un 35 por cierto. Es decir, tomamos más de lo que la naturaleza nos puede dar.
El cálculo de este indicador es complicado ya que deben tenerse en cuenta no sólo los consumos, sino también la capacidad del ecosistema para volver a producir los bienes y servicios, y es ahí donde aparece la variable del tiempo. Sin embargo es una buena aproximación para entender hacia adónde vamos si se sigue la matriz tradicional de producción.
A pesar de este panorama desalentador es posible cambiar la tendencia. Lo importante es tomar conciencia de que hay una serie de consecuencias ambientales que están siendo cada vez más severas.
¿Como reducir tu huella ecologica?.
Tras responder a sencillas preguntas sobre nuestros hábitos (¿reciclas la basura?, ¿ahorras agua y/o energía?, ¿caminas para recorrer distancias cortas?, etc.), sabrás el impacto de tus hábitos en cuanto a la naturaleza, también podrás comparar tu huella ecológica con la de otras personas, y descubrir cómo podemos reducir nuestro impacto sobre la Tierra (sencillos consejos que podemos implementar).
Desde esta perspectiva, cambia la opinión que tenemos de la contaminación, del agotamiento de los recursos como el agua o del deterioro de la calidad del aire, porque nos enfrentamos a nuestro estilo de vida, algo que tal vez sea imperceptible y que puede tener mucho impacto.
- Cuando no se utiliza un electrodoméstico (TV, microondas, equipos de audio, PC) hay que apagarlo y no dejarlo stand by, del mismo modo que los cargadores de celulares.
- Utilizar los programas de baja temperatura al conectar lavarropas o lavavajillas, y usar su capacidad al máximo para cada lavado.
- Utilizar lámparas de bajo consumo.
- Cada vez que se elige un electrodoméstico es recomendable buscar la etiqueta de eficiencia energética que está pegada en ellos. Siempre es mejor elegir los de categoría A.
- Es preferible utilizar medios de transporte público en lugar del auto particular. También es recomendable incorporar la bicicleta para moverse en la ciudad.
- Otro punto para tener en cuenta es el mantenimiento de las temperaturas en los lugares cerrados. A la hora de calefaccionar un lugar es importante evitar pérdidas de calor y al enfriarlo también es importante la aislación. Para hacer un uso eficiente del aire acondicionado, utilizarlo a 24°C.
Así es que la próxima vez que pienses que separar la basura o apagar las luces, no contribuye en nada al control de la contaminación o que desperdiciar los recursos o mezclar la basura no contamina, recuerda el tamaño de tu “huella ecológica”: todas nuestras acciones tienen una consecuencia y en cuestiones ambientales, estas consecuencias son palpables en los niveles de contaminación o en la conservación de los recursos. Recuerda que todos podemos contribuir para el cuidado de “nuestra hermosa y generosa casa”.
Fuente: diarioecologia.com
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