El viejo sueño de vivir solo de fuentes energéticas renovables es posible, es costoso, pero es posible. Recordemos que el objetivo es reducir las emisiones de CO2 y frenar hasta donde sea posible el cambio climático. Para logarlo Anthony Patt, del Instituto Internacional de Análisis Aplicado de Sistemas en África, ha propuesto instalar en el desierto del Sahara una planta solar del tamaño de un pequeño país para abastecer a Europa con esta energía.
La elección del Sahara se debe a que se garantiza sol todo el año y con una fuerte intensidad. Para ello habría que instalar paneles solares de alta eficiencia en una superficie aproximada a la de Gales. Un tamaño monstruoso pero que sería una mínima parte de la inmensidad del desierto. Los paneles instalados en el Sáhara, gracias a la intensidad de la radiación emitida generarían tres veces más de energía que los situados en Europa.
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