Un barco carguero llamado “Rena” quedó encallado en octubre pasado, en el Arrecife Astrolabe, a 22 kilómetros (14 millas) de la Bahía Tauranga en North Island. Este accidente dejó como saldo un derrame de 300 toneladas de petróleo, uno de los mas grandes derrames que hayan ocurrido en la zona.
Este fin de semana, a tres meses del encallamiento, “Rena” se ha partido en dos, derramando casi tres kilómetros de crudo en las costas, ya que el buque se rompió producto del fuerte oleaje y una gran tormenta.
Las autoridades neozelandesas han señalado que la parte de la popa del barco de 47.000 toneladas se separó unos 30 metros de la proa. Según las mismas autoridades el impacto ambiental no seria ni la cuarta parte de lo que ocurrío en octubre, aunque no se descartan las sorpresas desagradables.
Además de crudo derramado, se suman 150 contenedores y escombros cayeron al mar y fueron arrastrados hasta la orilla, donde cientos de neozelandeses han ido a recolectar especies, como por ejemplo leche. De todos, modos los expertos ya le han advertido a la población que nadie asegura que estos productos no sean nocivos para la salud.
“Ha habido una descarga significativa de contenedores y escombros de contenedores de la nave”, expresó el portavoz de Maritime New Zealand Ross Henderson.
En tanto, Alex van Wijngaarden, jefe del equipo de respuesta nacional señaló que “Aunque los informes en este momento indican que no ha habido una liberación significativa de crudo, dado que el Rena está actualmente en una posición frágil, resulta probable una mayor liberación”.
Cabe señalar, que en el derrame pasado murieron casi 20.000 aves marinas y se alejaron delfines y otras especies de mar que habitaban el lugar.
(Veo Verde)
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