Para todos los que siguen con ahínco las novedades verdes e intentan adoptarlas, hete aquí un desafío: el jugo de pasto, un refresco que hoy ya es moda en muchos bares y restoranes naturistas del mundo.
La idea de llevar los productos del jardín al comercio gastronómico no es nueva; esto lo prueba las exóticas -y ciertamente poco aceptadas- ensaladas de flores, que intentaron ser furor para vegetarianos y comensales ávidos de platos nuevos, pero que hoy raramente encontramos en las casas de comidas.
Más allá de dicha experiencia, el jugo de pasto de trigo -wheatgrass- intenta hacerse un lugar. Según lo publicado en La Nación.com, existe en la Argentina una empresa dedicada a la producción de este tipo de pasto orgánico: LuzVida.
La misma ofrece, además, jugueras -manuales o eléctricas- para hacer en casa el refresco en cuestión, junto a otros productos curiosos como wheatgrass congelado y listo para usar en cualquier bebida.
Ahora bien, ¿cuáles son los beneficios de consumir jugo de pasto de trigo? Según la mencionada empresa, este alimento ofrece uno de los más potentes agentes curativos: el sol que se concentra en su crecimiento. Claro que esto mismo podemos considerarlo en cualquier fruta o verdura. Pero al pasto se le suman otras propiedades: desitonxica el cuerpo a nivel celular, fortaleces el sistema inmunológico, y, como si esto fuera poco, da a su consumidor sensación de bienestar físico y mental, ya que el pasto ayudaría al buen dormir.
Se recomienda tomar unos 30 ml de wheatgrass en el desayuno, sin usar azúcar, ya que ésta anula algunas de sus cualidades. Otra opción es partir esta cantidad a lo largo del día, incluyéndola en otros alimentos como ensaladas o jugos de frutas.
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