31 may 2011

El Alma de la Tierra



El amor no triunfa cuando
la estupidez del hombre, cerrada en el cofre
del egoísmo, no respeta nuestra Madre Tierra

La humanidad sofoca, despacio,
despacio, en una total indiferencia.

Nuestra Madre Tierra, la gran ánima viviente
nos calienta sobre su corazón y
nos nutre, pero nosotros enredados por la ignorancia
estamos ciegos y sordos a su llamada.

¿Estamos, tal vez, esperando que los frutos enfermos de nuestra
Madre Tierra, nos envenenen?

No nos dejemos sofocar con ella, cuidemos nuestra
Madre Tierra con devoción, porque ella
nos nutre de amor y energía.

Siento mi espíritu temblar,
mientras su gran alma enferma y sufrida
se desespera porque sus hijos son ingratos,
no tienen respeto por ella y ni siquiera por sí mismos.

Mientra muere lentamente
yo oigo sus lamentos, su sufrimiento y sus lágrimas
que caen sobre mi corazón angustiado.

El amor triunfa solo cuando
respetamos a nosotros mismos y nuestra Madre Tierra.
La vida continuará solo si se despiertan del sueño
de la indiferencia.

Yo siento su respiración sufrida, la lluvia ácida
que cae sobre mi y me
consuma los miembros, mientras nos implora
escuchar su eco de dolor que vuela
a nuestros oidos sordos y a nuestras mentes
lejanas del corazón.

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